Johan Cruyff es el nuevo Presidente de Honor del FC Barcelona. El holandés fue uno de los mejores jugadores de la historia y triunfó también como técnico en el Camp Nou. Se trata de un símbolo del barcelonismo. Aterrizó en la Ciudad Condal en 1973 y, después de 14 años sin ganar una Liga, ésta llegó con el ‘holandés volador’ haciendo de las suyas sobre el terreno de juego. Era un futbolista total: técnico, líder y exquisito. El Camp Nou no vibraba tanto con un jugador desde Kubala. Sin embargo, su tarea en el FC Barcelona no acabó aquí. Tras seis años como jugador, Cruyff se fue a Estados Unidos y más tarde a su país natal, donde ya antes había triunfado con el Ajax. Cuando finalizó su etapa como jugador se convirtió en entrenador. En 1988 llegó a Barcelona para convertirse en el técnico más laureado de la entidad. Estuvo ocho años en el cargo, durante los cuales alcanzó cuatro Ligas consecutivas y la primera Copa de Europa de la historia del Barça. Pero fue la manera de lograrlo lo que enamoró a la familia azulgrana y al mundo del fútbol. Su equipo, que pasó a la historia como el Dream Team, desarrollaba un juego rápido, eléctrico, vertical. Era una apuesta incontestable por un estilo de ataque, ofensivo, siempre arriesgado, que triunfó como nunca había logrado nadie en el Camp Nou. Cruyff, pues, había salido exitoso de Barcelona tanto de jugador como de entrenador. El éxito del FC Barcelona actual tiene su origen en aquel equipo de los años 90 liderado por Cruyff. Josep Guardiola, entonces constructor del conjunto ideado por el holandés, ha sabido aplicar todos los conocimientos aprendidos entonces en su etapa como técnico. El Barça actual ataca como el de Cruyff, pero defiende mejor e incluso está por encima a nivel colectivo.
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